miércoles, 25 de noviembre de 2009

OBRAS DE SALARRUE

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS
Esta es la continuidad de mi Articulo publicado en 1969, en la REVISTA CULTURA NUMERO 51, en el cual hago un breve resumen de la Obra de SALARRUE.
Yo le colaboraba por las tardes, escribiéndole sus dictados, en su máquina de escribir REMINGTON, color gris azul,- la misma que exhibe el MUPI. A veces lo encontraba en camisa manga larga, y otras, manga corta, con sus pantalones casimir. Sus brazos largos y fuertes, tenían vellos espesos color blancos… Siempre lo encontré con su cabello ordenado, peinado hacia atrás, con sus canas pintadas de color “celeste” ó “morado suave”. Usaba loción Pour Un Homme –que era la mejor y de moda para hombres. Solamente para leer usaba lentes.
Más de alguna vez, intentó profundizar conmigo hablándome de sus doctrinas filosóficas, las cuales no les puse atención… sin embargo, me explicó la técnica para “desdoblarme” y poder “volar astralmente”, sólo una vez, lo intenté, y quizá porque soy una persona sugestionable, me dio terror, y jamás lo volví a intentar.
Don Salvador, así le llamaba yo a Salarrué, escribía libros también en inglés… me prestó uno, porque él sabía que yo lo iba a entender dado que había salido graduada de la Escuela Americana de Bachiller.
El tiene muchas más obras escritas y poemas. Si bien es cierto, que me permito analizar ciertos libros, es porque don Salvador, me los fue escogiendo –creo que lo hizo porque sabía que ésas son las que entendería. Sin embargo, El Cristo Negro, con trasfondo filosófico no lo entendí muy bien, pero el comentario, que le hice, fue dirigido y aprobado por don Salvador.
En otros libros en comento, se encuentran explicaciones del origen de su obra, y el material de su inspiración.

A CONTINUACIÓN EL RESUMEN Y COMENTARIOS DE LIBROS DE SALARRUE.

EL SEÑOR DE LA BRUBUJA:
Argumento: El Señor de la Burbuja o se Don Javier Rodríguez y Jiménez, es el personaje principal de esta novela. En un principio, Don Javier nos hace recordar los rasgos de un hacendado de este país: propietario de “La Burbuja”, finca con vista al mar, donde él solía contemplar el hermoso paisaje recostado en una “chaise-longue”. Trabó amistad con “la pajarita”, una joven maestra de escuela, la cual un día dando clases sufrió un desmayo. Fue entonces cuando Don Javie descubrió que la pobre estaba tuberculosa. Ella adquirió esta enfermedad, que no pudo soportar por mucho tiempo, debido a la mala alimentación y al exceso de trabajo.
Más tarde Don Javier se casa con la hija del Dr. Aranda: Esperanza. Ambos son felices durante corto tiempo. Esperanza tiene un hijo, pero muere en el parto. El hijo, Ramoncito creció, sufrió un accidente el día de su cumpleaños: un mortal golpe en la cabeza… Don Javier, decepcionado, viendo sus propiedades, y conservó únicamente la casa. Entonces el hombre se convierten amigo y protector de desamparados, pobres, enfermos crónicos, etc., etc. Para lo qe en un tiempo fueron sus amigos, es ahora un ser extraño, quizás un loco, pero un loco sublime, y hasta hay quien lo confunde con un curandero, con un brujo…
Cierta vez Don Javier soñó con Cristo, pero con el ANTICRISTO. Este predicaba el dolor en lugar del Amor. Don Javier, tembló ante el sueño y temió perder la fe… esa fe que alienta a los seres desvalidos. Su espirítu era fuerte, y así logró sobreponerse a la duda surgida en su mente.
COMENTARIO:
El estilo es vernáculo. Toma como paisaje cualquier lugar de la campiña salvadoreña, rodeada por el mar.
El diálogo es costumbrista.Utiliza palabras propias de nuestros campesinos: “Aí nomasito”, “Alabá”, “Abuen”, es decir el “argot” salvadoreño.
Las narraciones tienen palabras como éstas: “manga chapina”, “chapuda”, “chompipes”, maistritas”, “chejes”, “pijuyos”, “tamaleada”, y otras.
Mas de alguna vez, han criticado a Salarrué por su estilo tan de nuestro pueblo y quienes lo critican no comprenden el porqué de sus palabras citadas, cuando el paisaje de por sí es regional: “Aquel grao retiro, aquel silencio de montaña con pájaros lejanos; aquel dar mucho sol, mucha frescura, mucho cielo de la naturaleza salvaje…”;y así encontramos descripciones que nos recuerdan que se está en el trópico. Después de la narración tenemos palabras que hacen énfasis para determinarnos el lugar donde se desenvuelven los personajes. Sin esas palabras costumbristas no podríamos obtener una visión completa.
A través de todo este libro encontramos que Salarrué es pintor: “De las ramas de los caraos y cujincuiles, sobre el mundo relampagueante de hojas del cafetal y sobre las cercas de enmarañada envoltura caían al menor golpe de brisa y en avalancha de apretados racimos, las gotas recogidas en las copas, brillando tocadas de soslayo por la claridad de la tarde”.
Hallamos al filósofo, al hombre que medita: “Recordó unos versos de Federico Gutiérrez:
“Las cosas tienen alma lo mismo que los seres:
Si blasfeman son hombres, si lloran son mujeres.”

“Sí, tenían su alma, su campito de alma en la nuestra. Estabamos pues rodeados de un mundo que vivía en todos, hasta la muerte, y que no era sino un reflejo de nuestro propio ser”.
Mas adelante hallamos otro párrafo:”Yo soy el Universo! –insistió- ¡ Yo soy Dios! ¡Cuando yo sea Yo!...”
El libro consta de tres partes, y la tercera parte se compone de dos capítulos: “El Loco” y “El Señor de la Burbuja”. En “El Loco” Don Javier dá rienda suelta a su fuero interno en lo que se refiere al amor a la humanidad; es más, se hace médico,pero su única receta es la fé. Oigamosle hablar: Donde el médico termina, ahí empiezo yo”-decía.
Nunca pretendió dar la vista a los ciegos de nacimiento ni resucitar a los muertos.
¡Nuestras fuerzas son limitadas – clamaba, yo no soy Jesús.
Predicaba las doctrinas de Cristo, con interpretaciones muy originales y sobre todo, muy diáfana…”
“Aquel sublime loco, tenía un poder tremendo para despertar la fé, y es que mostrba su alma sin dobleces, desnuda y hermosa como una estrella. Embriagaba. A menudo hacía llorar con sus palabra , aún a los hombres más rudos”.
“El Señor de la Burbuja”, obtuvo primer premio en el concurso regional patrocinado por el “Diario Salvadoreño”. Esta obra fue publicada en 1927 en la imprenta “La Salvadoreña”, en San Salvador.
Cuando el libro se imprimió, fue bien acogido por destacadas personalidades literarias. Juan Ramón Uriarte, Vicente Rosales y Rosales, Rodolfo Artiga López y Francisco A. Gamoba, ofrecieron una cena a Salarrué en el Hotel Majestic. Allí, el Sr. Uriarte alabó las bondades expresadas en la novela, calificándola como “lo mejor que se ha escrito en la América Central”.
Muchos intelectuales comentaron la obra. Ente ellos tenemos al guatemalteco Rafael Arévalo Martínez. Este gran escritor, cundo leyó “El Señor de la Burbuja” hizo un comentario en el cual se expresó así: “El Salvador tiene otro hijo digno de colocarse al lado de su glorioso Masferrer, tan lleno de ciencia luminosa, si entendemos la luminosidad por caridad. Y como este descubrimiento de encontrar un gran poeta y un nobilísimo espíritu en tierras de C.A., es hallazgo precioso y lleno de valía, me dieron ganas de mandar tocar las campana de mi pueblo con los jubilosos toques de la PascuaFlorida. A falta de ellos escribo este artículo para El Diario de Centro América.”

EL CRISTO NEGRO:
Argumento: Despues que le dieron muerte a su madre, debido a que ésta intentó matar al Licenciado Valverde Uraco, conocido más tarde como Fray Uraco huyó al convento de SanFrancisco, siendo acogido por su padrino Fray Francisco Salcedo… Fray Uraco cada vez amaba más a Cristo y debido a su amor por la humanidad cometía los más horribles crímenes. Por ejemplo: una mujer mestiza le confiesa que ella desea que alguien arrebate su virginidad , porque el hijo del patrón tiene intenciones de seducirla… Fray Uraco para no permitir que otro peque, la posee carnalmente y así logra matar la tentación del deseo, tanto en la mujer como en el pretendiente. Como consecuencia de lo anterior, nace un hio de ella y del fraile. Este solía castigar al niño fuertemente, para evitarle caprichos; pero el pequeño no comprendía aquellos castigos y le odiaba. En otras páginas del libro un hortelano y un lego llavero planeaban robar las joyas del tabernáculo de la Iglesia, los vasos de oro recamados, los ornamentos de pedrería, la plata de los oficios. Fray Uraco escuchó la conversación y él cometió los robos , regalando los objeto robados al hortelano y al lego llavero. Después marchó lejos del convento a hacer penitencia. En el pueblo nadie le comprendía ni le tenía compasión.
Un día, un ángel le curó la herida de la frente y él no supo si había sido un enviado de Dios o del Diablo, pero le dio gracias a Dios
Un jaguar hambriento destrozaba la cabeza de un ciervo, y el ahuyentó al jaguar, haciéndole mal hasta a los animales, sin quererlo.
Ignorando, hacia donde se dirigía, cansado y hambriento, encontró unos soldados. Estos, al mando del Sargento Fernán Pereda, lo llevaron preso a Jutiapa, donde primero se le consideró loco y más tarde santo, ya que él se arrodillaba en la plaza, diariamente a rezar. Doña María estaba ignorante y Uraco dijo ls salvaría, succionando la sangre de la herida,pero no selo permitió el Sr. De Abaunza –suesposo-. Entonces el fraile pensó salvarla diciéndole: “ ¡Alzate y sana en nombre del demonio!”. Todos los presentes se quedaron asustados de ver el milagro y le odiaron los otros frailes, llamándole brujo, energúmeno satánico. Hasta lo querían llevar al Tribunal Inquisitorial.
Orlando lavó la carnes del exfraile cuando lo condjujeron a prisión por complicidades con el diblo.
Unos ladrones fueron capturados y conducidos a la hoca. Uraco decidió matar al verdgoy resultó que el verdugo era Orlando.
Uraco fue apresado nuevamente, pero esa vez tuvo que cumplir con el trabajo de Orlando. Era verdugo… y no adivinaba por cuánto tiempo¡… La fama que se fue creando de ser malo por salvar a otros de la maldad, corrió por todas partes y entonces era utilizado por bandidos que completaban su concepto de lo “bueno”. Una vez alguien decidió burlarse de él, y le sugirió que invocara nombres de dioses índigenas, tales como Cuculcán, y que arrebata un Cristo de una Cruz que veneraba en la Ermita, justamente en la misa de Corpus Christi.
En Guatemala, año de 1595, Quririo Cataño trataba de esculpir un crucifijo y éste no salía de sus manos como él lo deseaba. Entonces el artista logró inspirarse en Uraco, pues un día sus jueces decidieron que “sería azotado, escupido, abofeteado, coronado de espinas, cargado con la cruz y por últmo enclavado en ella, para escarnio de balsfemos y lección de herejes!.
Quirio Cataño tomó de modelo al Uraco, “que tantos males hiciera en este mundo, para salvar de las llamas del Infierno a otros tantos seres, condenando su alma, como él decía, en servicio de Dios y de los hombres, y (Uraco) se trocó en venerada efigie de Cristo misericordioso, quien no pudiendo admitir su alama por de pronto en el Reino de los Cielos, como tampoco enviaría a los profundos Infiernos, la destinó a morar en el vaso de una santa escultura, colocándola así en el punto de unión de aquellos: en la tierra, que es lo más alto del Infierno, yen su imagen, que es lo más alto de la Tierra y que se toca con la Gloria.”.
Y así encontramos la antítesis de Cristo verdadero fundamento de este admirable libro “Loco sublime que hace vacilar con el empuje de su inmensa piedad las bases firmes de la ciencia Cristiana: que ofrece lirios de sangre y de besos de fuego colocándose en un círculo fuera de la leyes divinas y demoníacas, hasta llegar, jadeando de amor y de dolor, a la conquista de un nuevo purgatorio, a la imagen de Jesús, su señor e involuntario guía, encarnando un Cristo terreno, un Cristo misterioso, un Cristo único, un Cristo en fín, Negro”.
COMENTARIO:
Recién publicada esta obra se escribieron varias críticas y se dieron a conocer muchas opiniones interesantes. Entre ellas están éstas:
“Salarrué es un prosista impecable, porque maneja con donosura y habilidad nuestro idioma. Hay en algunas páginas pliegues de dulzura a lo Julio Raúl Mendedilaharsu: de una ironía a lo Anatole France y algo de romanticismo a lo Guerra Junqueiro.
Sabe manejar la ironía, pero una ironía fina y punzante, de la que hace meditar con calma serena en las liviandades humanas.
La leyenda de San Uraco nos demuestra un espíritu nuevo, una savia extraña a la savia de todo lo que por acá se produce. Hayen ese cuento una visión artística que se traslimita de lo real y si quereís llegar a lo absurdo. Pero quizá el valor de la obra esté en esta absurdidad.

Ese San Urano –“El Diablo metido metido a fraile” – que sólo en lamente de un loco refinado podría concebirse, nos resulta lógico y de un simbolismo más que aceptable.
El Cristo Negro, por su misma contextura negra, sería un Cristo ideal, puro e immancillable. Es el símbolo del hombre malo por el bien mismo, así como Cristo es el símbolo de Bien y por el Bien mismo.
Este San Uraco fue elmodelo inspirador del artista que plasmara la marvillosa escultura del Cristo que el mundo católica venera en el famoso Templo de Esquipulas…”
El 10 de marzo de 1926, Pepe Ibro comentó:”Seguramente Salarrué no ha escrito una obra maestra como acaso piensen algunos de los que se tomen el trabajo de leer estas líneas. No, Salarrué todavía no ha alcanzado esas alturas en que los hombres se vuelven momias y pronuncian oráculos estupendos. Para mí, una obra maestra carece de interés. Más vale así ¡Llegar!... Desgraciados los que llegan, los que ya no ambicionan ni sueñan, aquellos en cuyos ojos la visión de la vida y de los hombres se ha petrificado. Más vale así, Salarrué. Yo te felicito por tu libro de verdadero arte, y porque tienes que andar mucho, muchísimo para llegar. Pero cuando eso suceda, mi corazón ya no estará contigo”.
Sin duda alguna, ese comentario de Pepe Ibros alentó al escritor para que continuara su obra creadora. ¿Qué podrá decirse respecto del Cristo Negro de Esquipulas? Ya se dijo… Sin embargo nos atreveríamos a pronosticar que aquí el autor sufre una influencia directa de Eca de Queiroz.

EL ALMA EN LAS PIEDRAS
En el final del libro “El Cristo Negro”, está “El alma en las Piedras”. Es un cuento en el que se revela la imaginación de Salarrué y el conocimiento que él tiene de las artes plásticas. Ahí narra y describe unas manos hechas por un escultor famoso y que parecen soltar algo. Quizá esas manos acaban de soltar una paloma. Luego se ve el torso de una linda mujer que tiene piernas deformes; esto es así porque las piernas están cubiertas de agua y el agua ondula… Prosigue nuestra admiración cuando nos enfrentamos con la expresión de seis niños, como si un “gull energúmeno” lo persiguiera… Quedamos absortos viendo un luchador desnudo que tiene una espada metida en la mitad del pecho, y la sangre le está broando… Finalmente contemplamos un cisne en epilepsia sobre una plancha de alabastro sin mancha…
COMENTARIO:
Tanto el Cristo Negro como “El Alma en las Piedras”, demuestran que Salarrué maneja el español a la perfección. En estas creaciones de su pluma no se ayuda con regionalismos y utiliza imágenes maravillosas.

ESO Y MAS – (CUENTOS Y NARRACIONES).
Contiene “Eso”. “Pacto”, “El Niño Diablo”, “El Buda Multiple”, “Un Clown”, “ El Hombre Pájaro”, “Corazonazón”, “El Beso”, “La Singular Aventura”, “El Doble Dictador”, “La Momia”, “El Alma en las Piedras”, “La Escultura Invisible”, “Histsoria de Waldica”, “La Isla Encantada”, “Yara, la Ondina”, y “De Cómo San Antonio perdió Virtud”.
ESO, relata la historia de una mujer bella, que cautivaba con su hermosura. Estaba llena de deseos, ternuras y pasiones. Peron no podía soportar el verdadero amor, y ESO era su eterna pesadilla…
Este cuento es de carácter simbólico. La mujer bella es el Mal, el simbólico Demonio, y es claro que el Mal no ama al Bien, ni a Dios, ni al Amor, pero tal vez sueña con ellos…
PACTO- Cristo estaba solo, había llegado, silenciosos y humilde, en su calidad de hombre solitario. Se confesó mentalmente su fuerza, su inteligencia, su pureza, su desinterés, su sed natural de sacrificio. “Yo soy el Hombre… se dijo. Recordaba que había venido para esto: “para ser tentado; para resistir a la humildad; para poner lastre de humanidad al creciente ascenso de divinidad, que como caudal incontenible invadía su vida diáfana”. Hay que salvar el mundo pensó Jesús descendiendo de la roca donde estaba. Empezando a caminar despacio, fue seguido por aquella sombra humana como por un perro –era un hombre oscuro.
También encontramos que este cuento es de carácter simbólico. El Hombre está siempre tentado a cometer pecados, a conocer lo prohibido. Aquel que no los comete será un super-hombre, un hombre deshumanizado totalmente.
EL NIÑO DIABLO. Se celebra en las Navidades el nacimiento del Niño Dios, pero en la imaginación de nuestro autor, debería celebrarse el del Niño Diablo, ¿Por qué qué? “Porque Dios representa el instante dichoso en que el mal se convierte en Bien, en que el Mal se hace merecedor de que el Bien lo reciba entre sus brazos. Este niño negro que ven ustedes allí, éste si es la representación exacta, trascendente, del nacimiento de Jesús, flor humana, flor del árbol del Mal, la flor al fin que se prepara a recibir el perfume del Cristo, fruto de Dios”.
La idea simbólica surge nuevamente aquí, como en otras de las obras de Salarrué.

EL BUDA MULTIPLE: Trátase de un Buda, que contiene dentro de él otros 6000 Budas… Y cada Buda es más pequeño, y más pequeño hasta llegar al de tamaño de un alfiler. Encuentro, después, la descripción del Libro más bello de mundo, encerrado en una caja de cobre. Está forrado de seda por dentro, y labrado por fuera con dragones y aves.
CORAZONAZÓN: Un señor que lloró torrentes de lágrimas, debido a que tenía un sollozo atravesado en la garganta, yeste sollozo no le dejaba llorar desde hacía un siglo…

LA SINGULAR AVENTURA: Lo clasificamos dentro de lo que ahora se llama ciencia ficción.
William Holmes Davis es un aviador que el 22 de julio de 1945, en un avión anfibio continúa su vuelo sin escala, rompiendo el propósito de hacer de un lugar señalado la meta final. Davis encontró unos pliegos antiguos, que lo transportaron al Congreso Mundial de Aviación y allí conoció a Prida. El se llamaba entonces Alore. El hombre pertenecía al pasado y la mujer al futuro. Decidieron unirse, porque en realidad formaban un ser. Así se logró el avance más grandioso en la aviación. Fue una verdadera hazaña, pues jamás se había visto un avión anfibio volar sin hacer escala.

LA MOMIA: Es el cuento más delicioso que se ha leído en las obras de Salarrué. Pertence también a la ciencia ficción.
Una muchacha llamada Isabel tiene sueños increíbles. Resulta que ella tiene el alma de una momia, y la momia el cuerpo de Isabel. El profesor Daniels mata a la momia y por ende a Isabel.
Todos los cuentos de “ESO Y MAS”, están escritos con una gracia y una ironía El Lenguaje usado es castellano limpio, comprensible y bien redactado.

TRASMALLO
Se compone de 21 cuentos cortos, donde las costumbres de nuestros campesinos, el lenguaje popular y la filosofía del pueblo están siempre presentes. Por ejemplo: En “Trasmallo” Salarrué habla de arena “hishtosa”, “del árbol de la luna que medra bajuel mar”; de que el estero llenaba “hasteltope”. Lo hace tal como si él hubiese uno de los pescadores que utilizan atarrayas para atrapar peces y uno de sus personajes. Clemente Murillo, piensa así en la cárcel:”era mesmamente un trasmallo para hombres. Detrás estaba el mar abierto de la libertad. La ley coliaba a sus espaldas como un tiburón implacable. No sabí ni qué ni cuánto le cairía. Su mente simple de pescador contemplativo, filosofó por un instante: pobre pejes!...”

CURADA: Es el caso de una campesina que estaba triste después que había sido alegre y jovial. Se dijo que la María Elena estaba curada, y era necesario visitr a la negra Domitila,para que la descurara. Al final se sabe que estaba encinta…

EL CIPE: Se refiere al Cipitío, una leyenda popular. Este cuento nos da la viva imagen de la piscología de cualquier campesino, que se mantiene alejado de la civilización.

LA VIEJA: Se refiere a la niña Casilda, que vivía sola pero era my querida… El día de su Santo amaneció muerta, y nadie lo sabía. “Los indios le habían puesto cuetes en el zagán, amarraron palmas de coco, pusieron cortinas limpias en los balcones, regaron de pino los correrodes… “Aquí nos relata cómo celebran las fiestas nuestros hombres de campo.

LA MARIMBA: Don Gabriel sabía que celebraban la vela de un muerto, Eligio Choto, el cual había sido baleado. Y Gabriel se dedicó a beber licor. En su borrachera sólo recuerda que hay un matado y un velorio… Oye la marimba y no sabe dónde… Dispone marcharse a su casa y en el camino encuentra a un señor que va montado en un caballo… Le saluda “Noches le dé Dios, amigo”. El otro no le contesta. Luego Gabriel, se da cuenta de que es el muerto. Lo llevan a enterrar así: montado a caballo, porque no tienen en que transportarlo. Lo llevan al cementerio… “Hay que vivir para ver” es el comentario de Don Gabriel.

EL MAR: Indios que vienen de Honduras y jamás han visto el mar. Cuando lo conocieron lo veneraron y lo describieron así:
“Viene un aguazal con aspumarajos”… Cómo qués el llano que vimos azul… es un gran llano, con cola de diagua”.
“¿Siabrá salido un riyo? Yo vide un cuento con chimeneyas, como beneficio de jumiaba y taba entre lágua” (Un barco).
Cuento con sabor divertido y al mismo tiempo ridículo. En nuestro siglo XX, cuando el hombre se dedica a explorar el espacio y a buscar innovaciones científicas; cuando tenemos médicos dedicados a trasplantes de corazón, parece mentira que hayan seres humanos, en regiones centroamericanas, que desconocen el mar… Sin embargo, los hay eso nos duele.
Nuestros campesinos creen aún en fantasmas, en el más allá, en los aparecidos, en muchas leyendas. Salarrué recoge todo eso en su libro. Así como la Juana de EL ESPANTO ve aparecer a una señora muerta, así ven ellos, cotidianamente, a la siguanaba, a la carreta chillona, al cipitío y a otros tantos seres misteriosos y legendarios de nuestro pueblo.

O´YARKANDAL
Aquí Salarrué demuestra su potencia de narrador. Lo hacer por la boca del “narrador Saga”. Se trasluce en este libro cierta influencia oriental.
El autor habla de un remoto imperio. Dathdálicos se llaman sus habitantes, porque provienen de Dath dalia. Escuchamos un idioma que nos es completamente desconocido, pero que nos parece maravilloso y mágico. Cogemos ciertas palabras hechizantes: “O´Yarkandal, amur, ur, surgabar, tatolav, xath, yunz, o yunza…”
Salvador Cañas escribió las siguientes líneas sobre esta obra:
“Masferrer dice: este libro es “deleites para el ojo y para el oído”. En verdad, Abscóndita, armonía, estructurada minuto a minuto por una actitud de amor y comprensión, es la que circula por estas páginas de Salarrué. Pero el deleite para el ído no está únicamente en el engarce de los vocablos: vive en lo recóndito de las obras de este escritor, como esencialidad de su temperamento rítmico. El ojo del artista desmesúrase hasta aprehender el ultimo detalle de las cosas, y transmutado este detalle por la original percepción es “deleite para el ojo”. Sonoriza y colora. Siene la música en todo cuanto lo rodea. Ve el color en su desenvolvimiento vario y cautivante. Música y color prestigian la producción de Salarrué. Continua: “En O´ Yarkandal es la fantasía elevada a las imporderables altitudes del arte.
Deshumaniza Salarrué y da la obra impregnada de belleza. Imperio imaginado por él, en donde han nacido estas historias, cuentos y leyendas. El mismo Masferrer dice: “He pensado que en su pluma hay virtud para un libro como “Las Mil y una Noches”; del cual, sin embargo, no hallo en el de Ud. Reminiscencias. Libro aquel de fantasía preclara. Deleite para niños y para hombres”.
“Esencialmente imaginativo y emocional es el temperamento de Salarrué”,
“La personalidad de Salarrué tiene lineamiento muy suyos…” Finalmente continúa el mismo señor Cañas: “Al poder descriptivo de Salarrué, agréguense el subjetivismo inefable. Cada cosa tiene alma y esta proyéctase a las infinitas reconditeces de las otras. Por inanimados los detalles de seres y paisajes él los vuelve sonoros, vivientes, actuantes. Posee el equilibrio entre la descripción materializada y la descripción que por abstracta es inasible”.

CUENTOS DE BARRO
Se ha dicho que es su libro más conocido, sin duda alguna es el más interesante. El autor al referirse a estos cuentos dice:”Como el alfarero de Ilobasco modela sus muñecos de barro, sus viejos de cabeza temblona, sus jarritos, sus molenderas, sus gallos de pitiyo, sus chivos patas de clavo, sus indios cacaxteros, y en fín, sus batidores panzudos; así, con las manos untadas de realismo con toscar manotadas y uno que otro sobón rítmico, he modelado mis Cuentos de Barro.”
En verdad, Salarrué es aquí un realista.. Se ha fijado –como un pintor observador y minucioso- en la vida del campo. Nos plantea la realidad tal como es, cruda. Así lo ha confesado: “Allí va esa hornada de cuenteretes, medio crudos por falta de leña: el sol se encargará de irlos tostando”.
El primer cuento que se encuentra en el libro es LA BOTIJA… Se refiere a un muchacho haragán que se convierte en el más trabajador de la región , al saber que antaño escondían dinero en botijas y las enterraban… Por eso se dedicó a arar, con la esperanza de que será rico de la noche a la mañana, al hallarse una botija. Pero murió de tanto trabajar y no encontró nunca lo que buscaba. Para que otro, como él, se dedique a buscar tesoros y pueda hallarlos, el hombre decide, ya moribundo enterrar un cántaro lleno de dinero: el dinero de su trabajo…
El lenguaje utilizado en la narración y en el diálogo está lleno de figuras literarias y de palabras costumbristas. Es un bello contrate: “Una noche, haciendo “juerezas de tripas”, salió sigiloso llevando en un cántaro viejo, su “huaca”. Se agachaba detrás de los “matochos” cuando “oiba”, y así se estuvo haciendo un hoy con la “Cuma”. Se quejaba a ratos, rendido, pero luego seguía con brío su tarea. Metió en el hoy el cántaro, lo tapó bien tapado, borró todo rastro de tierra removida; y alzando sus brazos de bejuco hacia las estrellas, dejó ir liadas en un suspiro estas palabras:
-¡Vaya: pa que no se diga que ya nuai botijas en las aradas!...”

LA HONRA: Juanita iba diariamente al río y un hombre, aprovechando la ocasión de que ella estaba sola, le quitó su virginidad. El padre de Juanita, encontró la “honra” de su hija en un puñal que Tacho, el hermano de la jovencita, había recogido casualmente en el mismo lugar donde ocurrió el hecho. Lo único que podría borrar semejante afrenta, según el padre de la deshonrada, era la muerte del hechor. El cuento guarda dentro de él algo tremendamente doloroso.
SEMOS MALO nos muestra la conciencia del delincuente, cuando el conflicto del remordimientos lucha después de los sucesos criminales. Cuatro bandido arrebatan la vida a dos humildes caminante, que se dirigían hacia Honduras, y los matan or un codiciado fonógrafo.
“Pero Honduras es honda en el Chamelecón, dice Salarrue. Honduras es honda en el silencio de su montaña bárbara y cruel. Honduras es honda en el misterio de sus terribles serpientes, jaguares, insectos, hombres… Hasta el Chamelecón no llega su ley; hasta allí no llega su justicia. En la región se deja –como en los tiempo primitivos- tener buen o mal corazón a los hombres y a las bestias; ser crueles o magnánimos, matar o salvar a libre albedrío. El derecho es claramente del mas fuerte”.
Sí, nos lo confiesa… quien decide sobre las vidas –enlos parajes desolados, alejados de la civilización – es el más perverso, el más fuerte. Pero los personajes de este cuento –unos bandidos- al fina se dejan dominar por sentimientos que no son de su naturaleza.
“Uno de ellos se echó llorando en la “manga”. El otro se mordió los labios. El más viejo miró al suelo “barrioso”, donde su sombra le servía de asiento, y dijo después de pensarlo muy duro:
-Semos malos.
Y lloraron los ladrones de cosas y de vidas, como niños de un planeta extraño”,

NOCHE BUENA: Una mujer campesina ha bajado del cerro al pueblo, para asistir al reparto de jugetes en la Nochebuena. Cuando llega al lugar en que todos se reúnen para la fiesta navideña, le dice el sacerdote :
“-¿Y vos? -¿Vos no sós dell pueblo, verdá?
-No, padre-cura; soy del valle…
-¡Hum, hum!... ¿Tus cipoten nuán venido a la doctrina, verdá?
-No, siñor: tamos lejos…
-¡Hum, hum!...Para vos nuay; para vos nuay… ¿Entendiste? Para vos nuay… Pase lotra, pase, pase…”
Este sabor agri-dulce que nos deleita y duele, forma parte de casi todos los cuentos de barro, que por “crudos”, están tan llenos de triste realismo.

CUENTOS DE CIPOTES:
En una introducción breve el autor nos relata cómo nacieron estos sorpresivos cuentos: Una vez, Salarrué escuchaba a un chico platicar animadamente con un policía, y el policía no le presaba atención… Pero Salarrué sacó sus nuevos cuentos de los escuchó entonces.
CUENTOS DE CIPOTES, sin duda alguna, son manifestaciones de un género nuevo… Rompen con el cuento clásico… Bastante breves, con personajes que son “muchachos callejeros” encontrados en cualquier calle de cualquier ciudad salvadoreña. Mejor dicho, son “cuentos de niños, primero y cuentos de niños cuscatlecos, después”.
Sobre la técnica usada el autor dice lo siguiente:
“-Hay la misma técnica de los dibujos animados. Pero tanto aquí como allá sólo es dado aplicarla al productor que llegue a identificarse con el niño.
Pero esto es absolutamente necesario, ser lo suficientemente loco y todo para obtener pase a esta tierra maravillosa, donde la razón es moneda falsa y la seriedad es cosa que nos once feos”.

“El Cuento del Dundo Cirugía que por tantito lo revolcó el toro en la Barranca Inolvidable”, se refiere a un chico llamado Dundo Cirugía, que se estaba bañando y cuando salió del río un toro lo embistió, dándole con los cuernos…
Llegaron unos vecinos a ver lo que ocurría y le preguntaron:
-¿Qué te emvistió el toro semoviente?”
-¡Tenvistió, tenvistió!... les jijobien bravo de la cara Dundo Cirugía.
“Me desvistió dialtiro en vez de denvestirme, animales vestidos de anta!” Y recogió sus trapitos rotos y se despidió sin decir adiós, volando y sicabuche”.
Es un cuento lleno de gracia, que si no dice nada, nos entretiene y hace reir. Si nosotros nos ponemos a pensar un rto, concluimos sabiendo que los “cipotes” se relatan esos cuentos entre sí…
Si ganamos su confianza nos lo cuentan a su manera.

“El Cuento de la Pilita sin Chorro y la Canastiada”… tiene gracia especial.
“Puesiesque en la iglesia bía una pilita sin chorro onde le lavaban la moyera a los cipotes tiernos quiban a nusa, por puercos…” Se refiere a la Pila de Baustismos. Unos niños traviesos juegan a “lavarle la moyera al chucho” en la misma pila. Unas beatas se dan cuenta de la travesura y los expulsan de la iglesia, mientras girtan: “¡Saquen ese animal diaquí, grandes léperos, no ven questa pila es la pila de los bautismos_ ¿Cómo van a meter la cabeza del chucho onde se lava el pecado original de los cristianos?...”

“El Cuento de la Gran Enamorada con Dolor diumbligo” habla de Chepete, que se enamoró de una “cipotiya” qués la pura bananasplit”. No hallando cómo entablar amistad con ella le pidió consejo a Chinoco, el cual le dijo que su “gracia es Tere” y le recomendó que le enviase un papel con la sirvienta… Chepete estaba “bien cabijabundo” y como “había que mandarle un papel”, le mandó “un buen pedazo de papel de diario”.

“El Cuento del Cometa Chumpe y los Espanto Destampida” tiene personajes a Barbacoa y Chorchíngalo quienes se levantaron de madrugada a ver el cometa. Lo único que vieron fueron estrellas en el firmamento y un “chumpipe” que los siguió a picotazos por todo el patio. Y ellos dijeron:”Monós, que este chumpe está bravo porque anda creyendo que somo espantos”. Le echaron una sábana encima y entonces el animal asustó a la cocinera que se acababa de despertar.
Los “cipotes” hablan tal como lo hace el autor de “Cuentos de Cipotes”. Piensan y juegan como él… Nos divertimos viéndolos y oyéndolos. Recordamos que fuimos niños e hicimos gracejadas y travesuras como todos ellos. Quizás nos contamos más de algún cuento parecido a los que relata Salarrué.

CONCLUSION
Dentro del panorama literario de nuestro país, Salarrué es un caso singular. Si queremos juzgar su expresión escrita con la objetividad que nos pueda permitir su rareza, no podemos perder de vista esa originalidad. Por de pronto hemos de renunciar a relacionar literalmente a Salarrué sólo con la narrativa y la inventiva, es decir, con lo que determina la expresión literaria de sus cuentos, pues debemos referirnos a la poesía que en ellos se esconde Salarrué es un poeta de nuestro tiempo, pero sitúa al hombre en el instante en que puede estar al borde del milagro. Escribe muchos cuentos que nuestra literatura actual valora en el aspecto simbólico. Podemos decir que es un precursor de la poesía nueva. Si aludimos a la rareza, tenemos que pensar en el surrealismo. En este escritor la experiencia inmediata, visual y táctil, tiene una importancia fundamental y si se abstiene de descender a los oscuros abismos en que se forman los fantasmas del automatismo, no es porque deje de ser un soñador… Lo que sucede es que confunde el sueño con la vida. Por lo tanto, la soledad de Salarrué es de carácter, no impuesta. El depende de la conciencia de su propia fé. Los rasgos de objetividad naturalista de los mismos cuentos nos hacen pensar en que sus personajes no sólo son posibles, sino que están vivos.
Salarrué, cuando halla lo fantástico, busca su expresión en la síntesis de los elementos naturales. Sus personajes rebosan vida y si son así, dentro de la magia poética, son también seres reales y universales. Lo lamentable es que la obra de Salarrué apenas sea conocida fuera de nuestra América. No le ayuda, para que se conozca más, la modestia del autor de ella. Hombre que no ostenta y que siempre espera, como ocurre en el nal de muchos de sus relatos.
En su obra O´Yarkandal, Salarrué nos muestra toda su capacidad poética e imaginativa. En El Señor de la Burbuja entrevemos definidamente algunos rasgos autobiográfico. El Cristo Negro encierra uno de los dramas más vitales que en lengua hispanoamericana se ha podido escribir. En Cuentos de Cipotes nos describe nuestra niñez traviesa. En Cuentos de Barro hay un antiguo mundo de especial civilización, palpitando bajo la tierra de ahora…
Salarrué se sitúa como escritor de n espacio vital, con problemas y suecesos ue atañen a todos los humanos. Su propia vida es leyenda, Salarrué y su obra son el hombre universal, que escapa a la medida de quienes lo comentamos. Está por encima de nuestros límites. Es uno de os raros seres que le cupo en suerte a nuestra patria, tener como hijo. Salarrué no juega a ser un caso único. Lo es, sin embargo, por la potencia de su humanidad. Amante del misterio de la naturaleza,; obsesionado con la expresión real de otra vida, es esto lo que se funde en él y personaliza su arte. Algunos de sus personajes nos hacen pensar en habitantes de mundos lejanos que pronto, quizás, será posible conocer. La serenidad poética de Salarrué muy pocas veces se ve desbordada hacia lo demoníaco. Sus criatura obran serenamente, sin agresividad, sin rencor. Y es que en Salarrué predomina la bondad sobre lo meramente insólito. El quiere tocar nuestra fantasía y la invita a jugar con lo insospechado. Por eso trata con delicadeza casi esteticista a sus personajes, dentro de un espacio que si está localizado por las fronteras de su nacimiento, se halla también en la inmensidad de un cosmos.

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Santa Tecla, 25 de Noviembre del 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

SALARRUÉ

Por MIREILLE ESCALANTE DIMAS
Conocí a don SALVADOR SALAZAR ARRUÉ, en 1966, cuando yo tenía apenas veinte años, era estudiante de Tercer año de Derecho en la Universidad Nacional, no trabajaba –tuve la dicha que mis padres me costearon mis estudios- por lo que tenía tiempo de sobra.
Un día de tantos, me presenté al Pasaje Contreras de San Salvador, a Dirección de Publicaciones del Ministerio de Cultura, y solicité audiencia con la escritora, entonces Directora, doña Claudia Lars, quien finamente me escuchó y me atendió, le llevaba varias historias para que las leyera y publicará las que le gustaban. Ella entabló conversación conmigo, se regocijó de alegría cuando le expresé que era la sobrina de Consuelo Suncín de Armenia, con quién ella había jugada durante su infancia… Antes de retirarme, me preguntó, si podría yo ayudarle a su buen amigo escritor, que estaba por el momento sin trabajo, y necesitaba de una señorita mecanógrafa que le ayudara a salir adelante con sus escritos; él era don Salvador! El cargo sería ad-honorem; el lugar: la Villa Montserrat en el Parque Balboa de Los Planes de Renderos; el horario: de 2 p.m. a 5 p.m. durante los días de Lunes a Viernes.
Así, que me hice presente el siguiente lunes a la casa de don Salvador, quien me atendió personalmente, me presentó a doña Zelié Lardé –su esposa, ví en la sala un impresionante “escudo de familia de abolengo”; y luego enfilamos a la segunda planta, donde en su estudio me esperaba una maquina portátil de escribir, color celeste gris –la misma que se encuentra en exhibición en los salones del MUPI (1) estaba sobre una mesita de madera, con una cómoda silla, para que yo la comenzara a escribir en ella, la novela inédita llamada CATLEYA LUNA, decía don Salvador, que era el nombre de una orquídea!
Recuerdo a don Salvador, como un hombre alto, muy cortés, a pesar de tener sesenta y siete años de edad estaba completamente lúcido, de ojos color mar azul profundo, de pelo blanco, con reflejos celeste, su carácter llamaba a paz y tranquilidad; se sentaba enfrente de mí, a veces, para hacer dictados con sus piernas cruzadas y fumando cigarros de una marca para mí desconocida “King Sano”, me explicaba que se los mandaban de Inglaterra. Más de alguna vez, le solicité que me obsequiara uno de sus cigarros, y mi sorpresa fue, que no tenían nicotina… posiblemente eran exclusivos para personas que deseaban dejar el vicio de funar!
Otras veces, me entregaba los manuscritos, para que yo los mecanografiara. Doña Zelié preparaba “café de palo”(2), el que nos llevaba al estudio junto a la quesadilla de queso.


Haciendo un poco de memoria sobre más de alguna conversación que tuve con don Salvador, y doña Zelié, estaban las anécdotas que me comentaban:
Que en una época, cuando vivieron en San Jacinto, en su casa mantenían la puerta principal abierta, sin cerrarla con ninguna clase de pasador, ó llave… así vivieron alrededor de dos años. Con esto él demostraba su sencillez, que carecía de lujos, y más que todo, que creía que el ser humano era bueno como él.
Luego, comentaba doña Zelié, que una vez, don Salvador, salió solo a la calle, y cuando regresó, traía consigo a un muchacha trabajadora del sexo, que lloraba incansablemente, él le dió un lugar para dormir, y le mató el hambre… pero eso sí, al día siguiente, doña Zelié la estaba corriendo de su casa sin que don Salvador se enterara.
Me expresaba don Salvador que él hacía viajes “astrales” constantemente, y que muchas veces se transportaba a países lejanos, como Francia, y que en la calle veía a personas conocidas con quienes conversaba. Esto, él lo conseguía mediante el sueño profundo donde había aprendido a desdoblarse.
Me hablaba de su hija Maya, quien posiblemente se iba a salir del Convento de Monjas que está en Panamá, porque ella tenía una enfermedad “rara” y que a veces –no siempre- caía desmayada… que le había expresado que si en el futuro, no mejoraba su salud, se iría con ellos, sus padres. Maya, además era pintora, me gustaban sus pinturas, tenían características del Oriente, de la India…
Don Salvador, pintaba también, sus cuadros eran atrayentes, hacía unos árboles con troncos enormes, retratos dibujados al oleo, con líneas gruesas y bien definidas, parecían sur-realistas.
Doña Zelié, era pintora, decían de su estilo que era primitivo e ingenuo. A don Salvador, aunque le hubiera gustado obsequiarme una pintura de él, no podía hacerlo porque él estaba sin trabajo y pasando por una precaria situación económica, por lo que sus cuadros representaban una fuente de ingresos. Sin embargo, me obsequió a “Las Lavanderas” de doña Zelié.
El estudio que salió publicado en la REVISTA CULTURA, NUMERO 51, de fecha ENERO, FEBRERO, MARZO de 1969, y como un homenaje al artista, al ilustre poeta, escritor, pintor y hombre grande en su ingenio, me he permitido transcribirlo. Tiene Cuarenta y dos años de haber salido a la luz, y haber estado durmiendo “el sueño de los justos”.

INTRODUCCION.
Hace aproximadamente año y medio tuve la oportunidad de conocer a Salarrué. El es de complexión fuerte, blanco y alto, sus ojos son de un azul intenso y su pelo es color de plata. En su carácter domina la reflexión, la bondad y la seguridad. Lo sensitivo de su propia naturaleza se hermana con la fuerza espiritual. Salarrué vive únicamente dentro del Arte. Ha creado bellezas, mundos extensos, seres que meditan y que relatan sufrimientos y alegrías. Son seres que viven una realidad, pero una realidad que estando callada clama a gritos sus secretos. Nada de la vida le es ajeno a Salarrué y en su obra hallamos la propia humanidad.
DATOS BIOGRAFICOS
Don Alejandro de Arné y Jiménez, español, nacido en Vasconia, era profesor en Guatemala. En la Baja Verapaz se casa con Lucía Ayala, viniendo a establecerse a a El Salvador. En San Vicente funda un Colegio. Sintiendo inquietudes intelectuales escribe varias obras, conservándose aún algunas de ellas. Con don Alejandro se fija la huella y linaje que herederá su hija María Teresa Arrué, y su nieto Salvador Salazar Arrué.
Del matrimonio contraído por Joaquín Salazar y la poetisa que publicó algunas de sus obras en La Quimera y Diario del Salvador, María Teresa Arrué, nacieron Joaquín y Salvador. Este último siete años menor que Joaquín, ió por vez primera la luz del día en la ciudad de Sonsonate, el 22 de Octubre de 1899, tocándole a El Salvador la dicha de verle nacer.
Salvdaor Salazar Arrué, conocido por el pseudónimo de Salarrué, estudió la primaria en un colegio mixto de Sonsonate. Cuando sólo contaba seis o siete años, presenció una revolución contra el General Fernando Figueroa, y recuerda haberse acercado a los muertos, para cubrirlos con cal, en compañía de una sirviente.
Al terminar la secundaria, en el Liceo Salvadoreño e Instituto Nacional y luego Comercio, ganó una beca que le dio la oportunidad de entrar en la Academia Corcoran de Washington D.C., EE.UU. Ahí estudió pintura.
En el apogeo de la adolescencia publicó varios poemas, y él reconoce que son de tipo formalista. En Abril de 1922 apareció en un periódico “El Loco”. Es la primera vez que Salarrué ensaya sus vocablos tendientes a ser regionales. El poema dice así:
“Parado en el medio de la calle vieja,
Raídos los trapos con que se humaniza,
Cabizbajo el loco se rasca la oreja
Y la crin canosa y la barba eriza.
Tiene una mirada lenta y candorosa,
Mirada pesada, tras ojos de plomo.
Vino cierto día, todo polvoroso,
Nadie sabe cuándo, de dónde, ni cómo.

Pasa despacito por entre la gente,
Que con el reojo, le ve desconfiada.
Todos se detienen en grupo inquiriente…
Mas el loco mira… y no mira nada.

Como pasaría un tigre “comido”
Es seguramente, en este sentido,
Domo el cisne auatero pasa entre los patos,
Entre una visible crispazón de gatos.

¿Qué busca en el suelo con tanta insistencia
Este viejo loco, por el callejón?
¿Es que su cabeza pesa la sapiencia
O es que va buscando su propia razón?
¡Loco “patechucho”, de roto fondillo,
Loco ventilado, loco sinvergüenza!
¿Es que la experiencia sosegó tu brillo
Y acabará en eso, mi inquietud inmensa?
Con rojas encías sin dientes, sonríe
Nunca se le ha oído decir “tus” ni “mus”:
Ni habla, ni silva, ni llora, ni ríe,
Ni come con los perros y huye de la luz.
Tomad el ejemplo, bardos soñadores,
De ese loco sabio, de vida callada:
La fórmula excelsa que os causa dolores
Está por seguro, en no decir nada!...”
Indudablemente es, que vibra el verdadero poeta, aquel poeta quequiere romper y no puede, con una escuela. En “El Loco” procura conservar la métrica que se comprone de doce silabas en cada verso. Sin embargo, el escritos ya se revela al utilizar palabras de carácter regional: “comido”, “patechucho”,”tus” y “mus”. El contenido del poema parece exhalar esta filosofía: con el silencio se dicen muchas cosas. El personaje, ese loco, es un ser que quizá no era un tema para inspirarse: demasiado descuidado, con un traje roto, polvoriento, sin dientes; anormal, comiendo con los perros y huyendo de la luz; un ser al que se le podría compadecer si los espectadores fuesen humanos, o al que se le podría repudiar si ellos carecieran de la más leve humanidad. El poeta lo compadece, lo eleva, lo pone de ejemplo y hasta admira “la fórmula excelsa que os casua dolores “; el silencio.

A la edad de 23 años Salarrué contrae nupcias por lo civil y por la iglesia, con Zelié Lardé. El artista, sonriendo, dice que se casó dos veces: por la iglesia y por lo civil. Su esposa es hija de Jorge Lardé y de Amelia Arthés de Lardé. Salarrué tuvo la fortuna de encontrar una mujer comprensiva, inteligente, alegre de espíritu, franca, buena y paciente. Sí, ella supo compartir la vida del artista, sin reprocharle nada, cuidándole siempre y amándole ciegamente. Salarrué trabajó después de su casamiento en la Cruz Roja, como Oficial Mayor. Sus 3 hijas, Olga Teresa, Maria Teresa( quien perteneció al Monasterio de la Visitación en Panamá) y Aída Estela Salarrué sintió interés desde su juventud, por cierta clase de filosofía que nos llega del Oriente(de la India). Por ello puede asegurarse que Salarrué vive un mundo que no es común, y que casi todas las oras suyas encontramos esta influencia, tanto en la pintura como en sus libros.
Trabajó en “Patria”, siendo Jefe de Redacción, y después que fue Director del periódico el conocido escritor Alberto Guerra Trigueros, él también lo fue. Entre algunos de los intelectuales de su generación encontramos a Julio F. Avila, Alberto Rivas Bonilla, Manuel y Raúl Andino, Arturo R.Castro, Ramón de Nufio, Claudia Laras, Vicente Rosales y Rosales y muchos otros.
Desempeño el cargo de Agregado Cultural a la Embajada de El Salvador en Washington, D.C. , por varios años. En 1963 fue Director de Bellas Artes en El Salvador. Como pintor, ha expuesto sus obras en El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Nueva York y Nueva Orleans.
La pintura de Salarrué después de haber pasado por un proceso totalmente naturalista, en lo que a paisajes se refiere, lentamente fue desposeyéndose de los elementos más inmediatos y acercándose a un constructivismo selectivo de la misma naturaleza. La pintura de su primer tiempo recorta la imagen del árbol, de la montaña, y concreta el agua en una condensación vigorosa. Son paísajes fortísimos, cuya dureza a veces emana reflejos metálicos. Tal vez por una necesidad de su propio espiritu, impulsado a considerar como natural lo insólito, Salarrué identifica, en su gran parte, su vivencia filosófica con la plástica. En su pintura, con una dominante antropomórfica, aparece una forma surreal del ambiente en que vivimos. Sus dibujos en blanco y negro son los que mejor concretan la imagen del misterio. Ignoramos por qué, en su pintura, hace uso dominante del verde, al que subordina en muchos casos los demás colores. No obstante, la pintura que mejor lo identifica con su propia vida, sea cualquiera su aspecto cromático, carece de agresividad: si juega con la sorpresa, nunca nos produce una sensación atormentada. Es pintura de evasión y por tanto dá un testimonio real de su propia naturaleza.
Respecto a su pintura, el conocido escritor Trigueros de Leon, hace varios años, se expresó así: “En Salarrué vemos al místico puro a través de sus cuadros, predominan en ellos los coloridos suaves, melancólicos, casi vagos. No tienen reflejos pendientes, cabrilleos de luz, tondos vivos. Hay en cada figura algo doloroso”. Y finalmente dijo: “Su pintura es un injerto real-espiritual. De las vértebras grandiosas de una serranía de la cara tosca de un indio o de la mole polvosa de una iglesia colonial, extrae espíritu, saca alma en casa suave matiz que llora”.
Se nos imagina un Fray Angélico este Salarrué, que sin olvidar los principios técnicos y de simetría, dá misticismo al conjunto y vida creadora a la forma.
En su cuarto-estudio, colgando de la pared, se encuentra un escudo donde están resumidas ciertas ideas filosófica. Ahí se explica que el momento actual por el que atraviesa la tierra es la transición entre Piscis y Acuario. Esto nos lo recuerda un ánfora que muestra a cada lado un caballo de mar y uno de tierra colocado en la parte media del escudo. El caballo de mar representa el Ego; el de la tierra, la Personalidad. Alrededor del ánfora se encuentra el mar el cual indica la Totalidad. En la parte superior del escudo hay una estrella con cinco puntas. Esta estrella alude a la Polar identificada con la de mar, ya quees la única que orienta y guía a los marinos. Podemos compararla con Cristo, porque Cristo guía a la humanidad. En lavase del escudo encontramos una leyenda que dice:”La verdad nos hará libres”.
Del 6 al 12 de julio de 1941 Salarrué representó a El Salvdor en la VIII Conferencia Internacional de la Confraternidad de la Nueva Educación, celebrada en Ann Arbor, Michigan, EE.UU.
El 8 de Noviembre de 1967 por Decreto Legislativo a Salarrué (con Claudia Lars y Vicente Rosales y Rosales) se le reconoció su meritoria labor en el Arte, y su contribución al desarrollo de la cultura nacional.
También por Decreto Legislativo, el 15 de Noviembre del mismo año, fue candidato (con doña María Baratta) al premio “Benito Juárez” ofrecido por México.
Actualmente desempeña el cargo de Director de la Galería Nacional de Artes Plásticas, en San Salvador.
Dentro de sus autores preferidos encontramos a Lord Dunsany a quien él conoció personalmente, a Fiona Macleod (William Sharp), G.H. Wells, Chesterton y Eca de Querioz.
La vida de Salarrué ha sido su obra. En ella está él, su actitud frente al mundo, sus facetas de poeta, novelista, ensayista, cuentista, narrador, pintos y quizá escultor.
Entre sus obras publicadas encontramos: El Cristo Negro (1927, 1936), Leyenda; El señor de la Burbuja (1927, 1956) novela de ambiente salvadoreño; O´Yarkandal (1929) narración fantástica; Cuentos de Barro (1ª edición, San Salvador; 2ª. EDICIÓN, Nascimiento, Santiago de Chile, 1943) su libro más conocido; Remontando el Ulúan, narración fantástica; Eso y Más (1940, 1962); Cuentos, Cuentos de Cipoteces (1945, 1961; Trasmallo, cuentos (1954), La Espada y otras Narraciones (1960); Novela Inédita: Catleya Luna.

LLAMADA
(1) MUPI –Museo de la Palabra y de la Imagen, San Salvador, El Salvador
(2) “café de palo”, café para tomar elaborado el árbol del cafeto, completamente natural ni preservantes